lunes, 10 de noviembre de 2014

Tiempo, eso que siempre nos faltará

"Y cuando tengamos 40, querremos ser jóvenes de nuevo"

El tiempo es relativo o eso dicen, pero no, el paso del tiempo es siempre el mismo, para todo, para todos. Simplemente nuestra percepción de su presencia cambia en consecuencia de ciertos factores externos que nos nublan lo suficiente la mente como para creer que disponemos de todo el tiempo del mundo o que un minuto pasa en cuestión de dos pestañeos.
El tiempo es relativo, hasta que te das cuenta de que en realidad no lo es. El tiempo siempre avanza más rápido de lo que nuestros ( en teoría ) evolucionados cerebros son capaces de observar.

"¿24 horas al día? Eso nunca es suficiente para nada."

Nada más lejos de la realidad, los días no dan para hacer absolutamente nada ni aun cuando te los planifiques con una perfección digna de un premio nobel y menos aún según vas ganando años y añadiendo labores, deberes y obligaciones.
Te despiertas de madrugada pensando que hoy vas a hacer de todo y te acuestas de madrugada pensando que te han robado las horas del día y que al final ese todo se ha quedado en nada o en bien poco.
 La respuesta a esto, es que cuanto menos vigilamos al tiempo, más rápido y esquivo se vuelve este, más rápido se escapa de nuestras manos, de nuestras vidas, porque sobretodo, como seres humanos, de momento tenemos una fecha de caducidad, de momento tenemos un tiempo límite de existencia que con demasiada frecuencia desaprovechamos pensando que al día siguiente dispondremos de una nueva recarga de éste.
A medida que vas creciendo, tu cerebro gana la capacidad ( la cual en años jóvenes escasea ) de darse cuenta del paso del tiempo. Es más, un día, de repente, te das cuenta de la edad que tienes, te das cuenta de que han pasado 10 o 20 años en un suspiro y ni te has enterado de ello. Tu cerebro, confuso, se acaba de dar cuenta de ello por fin y la única frase que envía a tu boca es "¿Que coño ha pasado aquí?".
Y entonces llegan las prisas, las cada vez más frecuentes miradas al pasado y por supuesto, te das cuenta de que todo a tu alrededor está cambiando y tú, que acabas de despertar, te estás quedando atrás, te estás quedando sin tiempo.
Tu percepción del mundo cambia, tus ideas, tus pensamientos, tu forma de ver al resto de humanos, sus acciones y sus inacciones. De repente un día cambias los "Tengo todo el tiempo del mundo" por los "No hay tiempo que perder".
Aparece entonces la NECESIDAD de hacer algo, motivada en gran parte por la continua ideología social de que DEBES hacer algo con tu vida, de que DEBES ser alguien, de que tu vida DEBE cobrar un sentido y de que el tiempo que se te ha sido dado debe comenzar a ser aprovechado y pagado en igual proporción. Porque admítelo, quizás has desaprovechado años igual que el millonario que derrocha dinero pensando que nunca se le acabará y que por lo tanto puede hasta limpiarse el culo con él.
Y ahí, justo en ese momento, justo en esa hora que te has tirado pensando y que ha pasado en dos pestañeos, te das cuenta de lo verdaderamente importante, te das cuenta de las cosas a las que antes dabas importancia y que en realidad no valen nada o no merecen recibir tanta atención. Te das cuenta por fin de que más te vale no andar perdiendo el tiempo con mierdas. Y entonces, los días se te hacen suspiros, las semanas demasiado cortas, y los años.. Los años pasan volando como si fueran montados en aviones a reacción. Pero al menos, lo sabes.
No pierdas el tiempo fijándote en la gente de tu alrededor, ni en los rápidos cambios de estación, ni en las semanas que desaparecen como si de un fugaz suspiro se tratasen. Piensa en ti mismo, piensa en que vas a hacer a partir de ahora porque sabes que para cuando te des cuenta de nuevo, estarás sentado de nuevo con el cerebro confundido porque han pasado de nuevo 10 años y no te has dado cuenta.
Aprovecha el tiempo que te ha sido dado, porque una vez pasado no va a volver nunca.
Aprovecha tu tiempo porque es sólo tuyo y no es que te sobre como para ir perdiéndolo por ahí o regalándolo. Aprovecha cada día como si no hubieran más en la medida de lo posible, porque recuerda..

"Cuando tengamos 40, querremos ser jóvenes de nuevo"

Y esto, lo escribe una de esas personas que ha vivido como si su tiempo fuera infinito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario