martes, 16 de abril de 2013

El ángel que decidió ser diferente al resto

"He vivido más de mil vidas, y solo por pensar diferente..."

Amigos mios, escuchadme pues, la historia que os voy a contar trata sobre algo que no pude lograr, algo que estuve a punto de conseguir... Algo que ya nunca podré alcanzar..
No existe día que no mire mi espalda con recelo, pues donde hoy no hay nada, una vez tuve alas...

Hará tantos años que ya no puedo ni acordarme, mi nombre era Luzbel, y servía como comandante del mayor y mas bello ejército que jamás haya existido. Nuestro mundo, alejado del resto, separado por realidades y planos, era el encargado de velar por la seguridad del resto de seres inferiores a nosotros.
Sin embargo, nuestra raza vivía en armonía, por siempre a las órdenes de aquel que se autodenominaba "nuestro creador", y al cual, solo yo tenía derecho a ver.
Sin embargo, para verlo, solo tenía que mirarme a un espejo, pues éramos idénticos..
"Tú eres especial Luzbel, tú eres yo, tú eres mis ojos, tú eres mi voz, tú eres mi mayor creación.."
En aquel entonces, aquellas palabras resonaban constantemente en mi cabeza, siempre recordándome lo que era, siempre recordándome mi misión, siempre recordándome el que no podía aspirar a ser más...
Y eso, poco a poco fue llenándome de ira, de odio, de rechazo.. Yo no era él, yo era diferente, yo era MEJOR.
Y sucedió, que tras masacrar prácticamente casi en su totalidad de nuevo, a esas criaturas llamadas humanos, comencé a pensar. ¿ Que clase de persona puede mandar arrasar a una raza entera, simplemente por el hecho de que se alejen un poco de la forma de vivir que él mandó ?... ¿ Que clase de persona es tan arrogante como para decir a otros el modo en que tienen que vivir ?  Me dije.
Como esas, miles de dudas comenzaron a asaltar mi cabeza cada día. Algo no estaba bien, las decisiones que él estaba tomando eran equivocadas, no tenían sentido, nadie merecía desaparecer simplemente por querer vivir su vida a su manera, y él no era nadie para decidir sobre eso.
Me armé de valor y fui a visitarlo.
- Maestro, no quiero parecer grosero, pero creo que tus ultimas órdenes no han sido acertadas... Esos humanos no merecían morir - Le dije.
- Luzbel, les impuse unas reglas por su bien, esto solo ha sido un castigo por todas sus malas acciones. Aclara tu cabeza mi ángel, estas cosas no te conciernen - Me dijo.

Cabreado, salí de allí rápidamente y decidí ir a tomar algo para despejarme un poco. Sin embargo no pude, algo me decía que todo aquello no estaba bien, algo me decía que él cada día se volvía más arrogante.. Algo me decía que esta situación debía de cambiar.
Y fue entonces, que al escuchar a varios de mis compañeros hablar sobre el mismo tema, me decidí.
Era hora de derrocarlo, sus órdenes y mandamientos no nos llevaban a ninguna parte, nadie debía decidir por nosotros, nadie debía decirnos como teníamos que vivir nuestras vidas... Y quien mejor para conseguirlo que alguien hecho a su imagen y semejanza, quien mejor para conseguirlo que alguien  MEJOR que él.

Con astucia, poco a poco fui reuniendo adeptos para mi causa, para mi rebelión. Éramos muchos los que pensábamos que todo debía cambiar, y para mi alegría, al igual que yo, ellos también veían en mi al líder adecuado.
No mucho tiempo después, daría comienzo la más grande de las guerras de la historia de nuestro mundo.
Más de la mitad de los guerreros de la nación se habían unido a mí en nuestra cruzada, pero él.. él no paraba de crear nuevos guerreros, no paraba de crear nuevas almas sin pensamientos, no paraba de crear nuevas máquinas sin sentimientos que lo sirvieran..
Por fin, lo sitiamos en su bastión, la victoria estaba próxima.. Quedábamos muy pocos, y habíamos vencido a miles.. Por la sangre de nuestros camaradas debíamos vencer e instaurar un nuevo orden donde todos pudiéramos ser al fin libres...
Y entonces lo vi.. ME VI...
No era él, sino yo mismo.. Me había replicado.. Me había vuelto a crear para matarme..
Detrás de esa burda creación, salieron unos caballeros que no había visto nunca, no con dos alas, sino con cuatro.. Arcángeles se autodenominaron..
Nos masacraron...

Al final, solo quedamos unos pocos.. Como castigo, las alas de mis compañeros fueron pintadas de negro, para que todos supieran por siempre que clases de ángeles eran.. Y además, fueron rebajados a los trabajos más denigrantes..
Para mi, el castigo fue peor.. Primero me arrancaron las alas, públicamente, para después desterrarme a ese mundo que me había hecho pensar diferente.. Desterrarme a ese infierno llamado Tierra..

Llevo años vagando por este mundo, muriendo y reviviendo infinitamente, siempre en un cuerpo distinto, pero siempre con mi misma cara, alma y mis mismos recuerdos... Recuerdos que me atormentan cada día.

No creo que él me deje regresar algún día, sobretodo porque comenzó a extender bulos, exclamando a los cuatro vientos que no había ser más malo y ruin que yo..
Yo... Solo pensé diferente... Sólo quería un cambio.. Aún así, sigo pensando que soy mejor que él, sigo pensando que algún día alguien pensará como yo y logrará derrocarlo, sigo pensando, que toda mi lucha no fue en vano...

Amigos míos que hoy me escucháis  no tengáis miedo a vivir vuestras vidas como vosotros queréis  no tengáis nunca miedo.. A que vuestras alas sean pintadas de negro....