lunes, 2 de septiembre de 2013

Tengo una enfermedad, llamada realidad

Ayer fui al médico, alarmado. Yo se que algo extraño pasaba con mi cuerpo y en especial con mi mente. Hacía semanas que no podía soñar, que no podía dejar volar mi imaginación. Mi mente se encontraba confusa, tratando de encontrarse una y otra vez, pero solo encontraba esquinas que daban a parar a calles cortadas, con muros tan altos que ningún ser podía escalar, que por mucho que inclinase la cabeza, el cielo no aparecía por ningún lugar. Mi mente estaba atascada, en un laberinto sin fin de paredes de feos y sosos adoquines marrones.
Mi cuerpo por ello se sentía nervioso, pesado, como sin ganas de vivir. Mi corazón hacía tiempo que ya no latía con fuerza, que ya no se emocionaba. Largas noches en vela pasé sentado, perdiendo la mirada en la pared.. Y solo viendo eso, pared. Una pared que nunca me devolvía las miradas ni los saludos.

Como contaba, el día que no pude más, salí de casa y lo más rápido que pude fui a ver a un médico.
" Doctor.. " - Le comencé a relatar - " Mireme usted porfavor, no se que me pasa, pero alguien le cortó las alas a mi imaginación, alguien decidió que mi sitio era una jaula de barrotes de oro y cristales blindados. Mi cuerpo ya no se para a admirar las pequeñas cosas que tiende a ofrecerme de vez en cuando el mundo, y yo.. Siento como si lentamente, estuviera perdiendo mi alma.. "

El médico, sin mediar palabra, simplemente tomó unas ligeras notas y sonrió. Finalmente, cruzó las manos frente a su boca y me habló.

" Lo que usted tiene, es algo muy grave, es algo que comienza a enfermar cada vez a más gente, pero no se alarme, no es algo que vaya a matarlo, no al menos físicamente ".

Comencé a preocuparme seriamente. Mis manos temblorosas agarraban mis pantalones mientras mi cuerpo se preparaba para lo peor. Un sudor frío, comenzó lentamente a poblar mi frente.
El médico siguió hablando.

" Usted está enfermo. Su enfermedad tiene un nombre bien claro, pues los síntomas que me relata la describen perfectamente. Usted.. Está enfermo de REALIDAD. "

Me sorprendí. Jamás había escuchado de tal enfermedad. " Doctor, cuénteme más, se lo imploro ".

" Verá, mucha gente comienza a venir a mi consulta con esta dolencia. Sobretodo gente que en su pasado fue soñadora, artista, luchadora. Gente que siempre conseguía surcar los cielos con su imaginación y derribar cuantos muros se le pusieran por delante. Pero un día, esa gente, comenzó a sumergirse en rutinas, en trabajos, en vidas que los alejaban de sus antiguas luchas y creencias. Esa gente, comenzó a pensar solo en dinero, en como mantener a sus hijos, en como llevar hacia delante una casa, una familia.. En como ser productivos para esta sociedad. Esa gente, un día dejó de soñar, transformó las alas de su espalda en meras réplicas de cera y vendas. Esa gente.. Lentamente.. Fue dejándose tragar por esa cruel enfermedad llamada REALIDAD.
A partir de ese momento, sus vidas dejaron de brillar, de cobrar sentido. Sus almas dejaron de batallar con sus mentes, en pos de nuevos descubrimientos producidos por la curiosidad, en pos de nuevas aventuras llevadas a cabo en sus subconscientes. Esa gente.. Se contentó con las mejores jaulas que el dinero pudiera comprar, con los mejores muros que sus nuevos ideales pudieran crear. Esa gente.. Es aquella, que con una triste sonrisa, solo sabe decir aquello de " En mis tiempos yo también fui como tú.. ".

Las lágrimas comenzaron a brotar de mi rostro a la par que me echaba las manos a la cara. " Doctor, no quiero vivir en jaulas de oro, no quiero encadenar mi alma con gruesos grilletes, no quiero llenar mi mente de inmensos muros de cemento armado.. No quiero doctor, ¡ NO QUIERO ! ".

El médico, con una triste sonrisa, me miró y comenzó a decir.. " Yo en mis tiempos también fui como tú.. Pero tú, aún tienes cura, aún puedes sobrevivir a esta enfermedad. Lee, escribe, IMAGINA. No vivas para trabajar, trabaja para vivir. Que nadie nunca te cierre la mente, que nadie nunca te diga que hacer con tu vida o que caminos debes escoger.. Vuela, vuela más alto que cualquier muro que intenten imponerte, con unas alas que puedan desafiar al sol mismo y a las estrellas. Nunca elijas la rutina como forma de vida, nunca elijas lo fácil como motivación y nunca jamás dejes de sentir curiosidad ".

" Pero doctor, dígame como puedo vencer definitivamente a esta enfermedad, dígame como puedo librarme de ella de una vez por todas ". - Le dije -

Con una tímida lágrima escapándose por su ojo derecho, el médico suspiró, tomo fuerzas y me dijo..

" Amigo mio.. No seas como yo.. ¡ NUNCA DEJES DE SOÑAR ! ".