domingo, 16 de marzo de 2014

Pequeño estudio sobre esa, nuestra segunda sombra

Hoy os vengo a hablar de uno de los mayores enemigos de la humanidad.
Os preguntareis, "¿Hablará sobre el hambre, la enfermedad, las guerras, la pobreza.. ?"
Pues no, para nada, aunque en cierto modo, siempre está relacionado con todo, porque de hecho, siempre nos está rodeando, siempre nos está abrazando, siempre planea sobre nuestras cabezas cual buitre hambriento a la espera de que su presa, acabe desfalleciendo en el desierto.
Normalmente, en cierto modo, todos nacemos envueltos en su manto, más hasta que no tenemos capacidad de razonar, no nos damos cuenta de que está ahí, mirándonos y sonriendo.
No obstante he de añadir, que mucha gente, esa en concreto que pasa su vida viviendo en la ignorancia, es muy probable que nunca llegue a darse cuenta de la existencia de este ente que nos rodea. No saben la suerte que tienen.
Nació, a partir de que la humanidad, allá hace tantos y tantos años, decidiera que era más seguro y rentable vivir en comunidad, vivir en sociedad. Desde entonces, nos cogió cariño, aprecio.
Éste ser, ésta esencia que nos rodea, es aquello que a veces nos hace sentir extraños, aunque estemos rodeados de gente, incluso de gente que conocemos. Es aquello a lo que instintivamente tenemos miedo, aquello que nos perturba, que nos manipula, cuya sonrisa, cual gato risón, es capaz de hacernos enloquecer.
Recordad que, esta entidad, es aquello que SIEMPRE nos queda al final. Es más, es aquello que nos acompaña hasta nuestro último suspiro de vida, y no se si atreverme a decir, "es aquello que nos acompañará por siempre una vez que nuestro cuerpo haya muerto".
Sin embargo, dicen, que existen personas que no le temen, que no la miran. Es más, que la aceptan. Y lo que es todavía más, QUE LES GUSTA, que viven mejor si es rodeados de ella.
Pero cuidado, pues éste ente, es un amante cruel, y si decides sumergirte y nadar cada vez más profundamente, es posible que ya no consigas volver a la superficie, que ya no puedas volver a ver la luz nunca más, que decidas, que en el fondo de este oscuro océano, es donde quieres vivir.

¿Todavía no sabéis de quien hablo?

Vamos, quizá no todos, pero muchos de vosotros solo tiene que mirar a su lado, pero no mirar con los ojos, mirar con el corazón, con el alma. ¿La sentís? SI, ahí está, sonriendo, como siempre, mirándote con esos ojos negros, vacíos, más profundos que la inmensidad del espacio.

LA SOLEDAD.

Realmente no hay que tenerle miedo, pero si respeto. Tenemos o al menos deberíamos aprender a convivir con ella, pues como ya relataba, el hecho de que estés rodeado de gente, nunca te garantizará que en realidad no estés siendo abrazado por ella. Es más, me atrevería a decir, que estando rodeado de gente, o conviviendo con gente, es la única ( o más efectiva ) manera de darte cuenta de si en realidad, estás SOLO/A.
No obstante, no temáis. En cierto modo, ella suele ser buena, y según en que momentos y circunstancias, NECESARIA.
La soledad nos ayuda a pensar, nos ayuda a crear, nos permite poder conocernos más a nosotros mismos, pues solo cuando estamos solos, es cuando podemos volver la vista hacia nuestro interior, y pensar, pensar qué somos en realidad, cómo somos en realidad.
Pero, porque siempre hay un pero, su sonrisa, su FRÍA sonrisa, nos puede volver dementes si la observamos por mucho tiempo. Sus palabras, pueden comenzar a llegar a nuestros oídos, a resonar en nuestras mentes.. Y creedme, "La soledad nunca tiene buenas palabras para nadie".

Entonces, ¿Qué debemos hacer?

Es sencillo. Lo primero, aprender y descubrir que está ahí, a nuestro lado, o al menos admitir que en algún momento de nuestras vidas, ella será nuestra amante. Lo segundo aceptarla, nunca tenerle miedo, y sobretodo, lo tercero, aprender a no escucharla más de lo necesario. Aprender que el tiempo que pasamos solos, es tiempo de reflexión, no de culpabilidad.
Pero, una cosa os voy a decir, por miedo a ella, nunca prostituyáis vuestro tiempo, pues estar solo no tiene por qué ser malo, y no estarlo nunca, sí puede llegar a serlo.

Sin más, espero pues que mis palabras, si llegan a ser leídas y entendidas, os sirvan quizás para reflexionar sobre este ente, quizás para aceptarlo, quizás para ver, que después de todo, no es tan malo.
Y recordad siempre..


"Todos nacemos solos, todos morimos solos, ya que al final, solo quedas tú. Ahora y siempre".








No hay comentarios:

Publicar un comentario