miércoles, 29 de mayo de 2013

Un revólver y una botella de Jack Daniels [ Ciclo de las puertas ]

Lo que ahora paso a relatar no es solo un relato, sino el comienzo de un ciclo de ellos. Seguidos o no, iré desarrollando la historia según avancen los días. Recordad que, todo comenzará y acabará, con la apertura de una puerta. Por como será la historia, recomendaría leerla siempre con el mínimo de luz y de ruido. Sin más, espero que disfrutéis de ella.

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Llueve. Sentado en el sofá, perdiendo la mirada en un televisor apagado, derramo por mi garganta las últimas gotas de una botella de Jack Daniels. De nuevo, no puedo dormir, las pesadillas vuelven una y otra vez a mí, las pesadillas sobre aquella noche fatídica en la que lo perdí todo.
Miro hacia la mesa que está frente a mi. Una foto de mi mujer y mi hijo la presiden. Cajas abiertas de pastillas y botellas de whisky se difuminan sin orden alrededor de la foto, y a su derecha, esperándome, un revólver.
Los recuerdos me inundan, las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos. Al mismo tiempo que un grito de rabia sale de mi, estallo la botella que acababa de vaciar contra la pared.
Llueve, llueve como aquella noche.
Juro por dios que no vi esa señal, y para cuando pude reaccionar, el destino quiso que un camión nos chocara por el lado de mi mujer y entonces todo se volviera negro.
Recuerdo dos luces blancas muy potentes... Recuerdo abrir los ojos brevemente y ver estrellas.. Recuerdo sentir calor cerca de mi..
Recuerdo despertar en un hospital dios sabe cuantos días después..

- ¿ Y mi mujer ? ¿ Y mi hijo ? ¿ Donde están ? - Pregunté al recobrar la consciencia.

- Lo que le voy a decir no es fácil, porfavor tranquilícese y escuche con atención - Comenzó a decir uno de los médicos que acudieron - Usted tuvo un accidente, hace tres meses fue embestido por un camión, ha estado en coma todo este tiempo. Tuvo la suerte de salir despedido del coche y caer en un terreno blando, aunque al hacerlo se golpeó la cabeza con una roca. Me temo que su mujer y su hijo no tuvieron la misma suerte - suspiró, tomó aire - quedaron atrapados dentro del coche y este acabó totalmente calcinado. No hemos podido recuperar nada de sus cuerpos. Lo siento.

Me tuvieron que sedar a los pocos minutos, no lo aceptaba, simplemente... No podía creérmelo, no quería creérmelo. Mi niño, mi amor... Todo por mi culpa. Imágenes de su sufrimiento al arder lentamente comenzaron a bañar mi mente y simplemente enloquecí.

Han pasado nueves meses desde aquello. Hoy se cumple un año del accidente. Hoy pienso reunirme con mi familia... Ya no aguanto más sin ellos.
Trago varios tranquilizantes tomando un largo sorbo de una nueva botella de amargo licor escocés. Mi mirada se centra en el verdugo que espera ansioso sobre la mesa. Un rayo ilumina el salón, resaltando el brillo metálico del revólver y apagando todas las luces de mi casa. Segundos mas tarde, un nuevo rayo vuelve a iluminar la sala, mientras recojo el arma. Bebo un último trago, me seco las lágrimas, me pego el cañón a la cabeza... "Pronto estaré con vosotros, perdonad la espera.."

Tomo aire lentamente, comienzo a contar hasta tres... Uno... Mi mano tiembla sosteniendo el arma.. Dos.. Mi corazón se acelera al mismo tiempo que nuevas lágrimas recorren mi rostro... Tr....
ALGO ME AGARRA DE LA MANO. "Papá..." Alguien me susurra al oído.

Giro la cabeza instintivamente siguiendo el sonido. Un nuevo rayo ilumina el salón, mostrándome la figura de mi hijo sentado al lado mio.
Me quedo petrificado, sin poder tomar aire. Rodeado por la oscuridad agito la cabeza, "será mi imaginación, seguro, es imposible que él.." Me digo.
Siento como alguien se levanta del sofá y entre risas comienza a moverse por el salón haciendo tintinear varias de las botellas perdidas por el suelo.
Me embargan de lleno mil sensaciones distintas, incomprensión, alegría, nerviosismo, temor.. Se que no puede ser real pero... LO HE VISTO, lo escucho reír, lo escucho correr....

- ¡¡¡¡MAX !!! ¿ ERES TÚ ? - Le grito a la oscuridad - ¡¡¡ HIJO !!!!

Escucho como una puerta comienza a abrirse.

- Papá, ven fuera... Mamá y yo te estamos esperando.. - Me susurra alguien -

Una puerta se cierra, de golpe. Por sus palabras deduzco que se trata de la puerta de la entrada.
Suelto la botella de licor y guardo el revolver en mi chaqueta por acto reflejo. Me levanto del sofá sin pensármelo y paso varios segundos intentando no perder el equilibrio. Corro hacia la puerta, "No es posible " me repito una y otra vez, mi corazón está a punto de estallar.

Llego a la puerta, tomo aire y la abro...

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