martes, 13 de noviembre de 2012

Coqueteos de laboratorio

Como cada martes, Jack, era el último en abandonar el laboratorio situado en el sótano del hospital. Este día de la semana era normalmente el de más trabajo, y además, coincidía con su turno de limpieza, algo que odiaba y que normalmente le ponía de bastante mal humor, pero que al fin y al cabo, si quería seguir trabajando allí, no tenía más remedio que hacer.
Este martes no estaba siendo diferente a los demás. Terminó de trabajar con sus ultimas muestras del día y con rapidez se dispuso a dejar todo ordenado y listo para el día siguiente.
Justo cuando estaba guardando los últimos tubos de ensayo y se disponía a quitarse la bata, una voz conocida reclamó su atención mientras se abría la puerta del laboratorio.
- Jack, ¿Te han vuelto a dejar solito de nuevo?
- Como cada martes Lucy, sabes de sobra que siempre me toca a mi arreglar todo este lío - contestó.
Lucy era una enfermera novata, llegada hacía pocos meses al hospital y con la que Jack había congeniado a la perfección desde el primer día que ella entró con unas muestras al laboratorio y sus miradas se entrecruzaron. Tenía una larga melena oscura que normalmente llevaba peinada con una trenza, unos ojos verdes, llenos de vida y una mirada que en ocasiones parecía demasiado juguetona. Su uniforme de trabajo, insinuaba unas curvas que habían conseguido cautivar la mirada del joven técnico en más de una ocasión.
Tras cerrar la puerta, la joven enfermera se le acercó con aires insinuantes.
- Estoy segura de que tienes que estar muy aburrido, y de que ese cuerpo tuyo, tiene que estar totalmente hecho polvo después de todo el trabajo de hoy - Dijo ella, aproximándose a él mientras jugueteaba con varios trastos del laboratorio.
- Y que lo digas, hoy ha sido un día de locos, tengo la espalda completamente molida - contestó, mientras hacía muecas de dolor al apretarse su zona lumbar.
- Vaya, creo que se como solucionar eso, ven, siéntate aquí y déjame darte un pequeño masaje. Estoy segura de que conseguiré relajarte un poco - Dijo ella.
Sonrió, y sin ofrecer resistencia se sentó en el taburete mas cercano a ella. Relajó sus hombros y cerrando los ojos, suspiró esperando que Lucy supiera lo que se hacía.
La joven enfermera comenzó a masajear levemente sus hombros, a recorrer gran parte de su espalda con sus manos, intentando no causarle ningún daño. Sin darse cuenta, se ruborizó, y miles de perversos sentimientos comenzaron a recorrer su mente y acelerar su corazón.
Y si.... Se preguntó.
Lucy, acercó la parte superior de su cuerpo a su compañero, aplastando sus pechos en su espalda, y dejando su boca a escasos centímetros de su oído derecho.
- Sabes, te he estado observando, he visto como me miras, he visto como te relamías los labios al verme pasar - le susurró.
Jack se empezaba a poner nervioso, prefirió no contestar y concentrarse en esconder el efecto que estaba teniendo en él el constante roce de los senos de la enfermera en su espalda. Lucy se acercó todavía mas a su cuello.
- Se que en el fondo deseabas que este momento llegase, se que me desvestías con tu mirada y me devorabas con tu mente cada vez que nos cruzábamos por el hospital - Siguió susurrándole ella.
Lamió ligeramente su cuello con la punta de su lengua.
- ¿Y si te digo que yo si lo hacía contigo cada vez que te veía ? ¿ Y si te digo que quiero que me hagas tuya aquí y ahora ? - Sonrió.
Jack se levantó sobresaltando del taburete y se giró hacia ella mientras pensaba en mil formas de responder a sus coqueteos. Pensó en lo que podría acabar pasando de dejarse llevar, se tranquilizó.
- Mira, nose en que demonios estas pensando, pero sabes que este hospital tiene unas reglas y.. -
Con una mirada cada vez mas traviesa, la enfermera apartó de su camino el taburete y se aproximó hasta quedar cara a cara, casi pegada a su victima. Comenzó a jugar con la camisa de él, bajando sus dedos por su torso hasta quedar al nivel de su cintura. Lo agarró del cinturón y lo empujó contra ella.
- Sabes perfectamente en que estoy pensando Jack -
Le besó, un largo y húmedo beso, jugando con su lengua y acabando en un fugaz mordisco de su labio inferior. Mientras sus caras se separaban, la temperatura de ambos comenzaba a aumentar sin control.
Aprovechando la indecisión de él, le cogió sus manos y las puso en sus pechos, mientras que ella se dedicaba a examinar la zona de su entrepierna con su muslo derecho.
- Vaya, creo que lo que pienso, te gusta, y bastante, ¿no? Jack - Le dijo, soltando un ligero gemido al notar como el técnico le empezaba a apretar los pechos.
Las cosas comenzaban a ponerse realmente calientes, ya no importaban ni el tiempo ni el lugar, ya no existían esas estúpidas normas que tenía el hospital. Jack ya había tomado una decisión.
Pero entonces, ella se apartó de él de pronto.
- Te mentí. Esta noche no, cariño. La verdad es que solo quería comprobar que sentías por mí realmente, y tranquilo, has superado la prueba - Exclamó Lucy.
Le besó en la mejilla y se dirigió a la salida del laboratorio mientras se despedía de él con la mano.
- Todo llegará Jack, todo llegará. Ten paciencia.-
Salió.
El joven no daba crédito a todo aquello, todavía inmóvil  tuvo que sentarse de nuevo para poder recobrar la cordura y juntar los trozos de lo que acababa de ocurrir.
Comenzó a reírse, primero en silencio, para acabar a carcajada limpia.
- Maldita Lucy, esta te la guardo -


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